Otazu acudirá, una edición más, a ProWein, una de las principales ferias internacionales del sector vitivinícola, que se celebrará del 16 al 18 de marzo en Düsseldorf (Alemania). La Bodega con D.O.P. Pago más al norte de España contará con un stand propio situado en el Hall 11, Stand K31, donde presentará las últimas añadas de algunos de sus vinos más emblemáticos: Pago de Otazu Chardonnay 2023, Pago de Otazu 2022 y Altar 2016, que reflejan la singularidad de un terroir donde está muy presente la influencia atlántica de su microclima.
ProWein 2025, que celebra su 31ª edición, se distingue por su gran enfoque internacional y ser el punto de encuentrode empresas vitivinícolas y bebidas espirituosas que han demostrado una calidad extraordinaria. Así, en esta edición, la cita reunirá a unos 5.400 expositores procedentes de más de 65 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Nueva Zelanda o Sudáfrica, así como los principales mercados europeos.
La participación de Otazu en ProWein responde a varios objetivos estratégicos, entre los que destacan el fortalecimiento de alianzas comerciales, la consolidación y ampliación de la distribución de sus vinos a nivel internacional, la presentación de sus nuevos proyectos y lanzamientos; y, de esta manera, reforzar su sólida presencia en el sector. La presencia en esta gran cita reafirma el compromiso de la Bodega con la excelencia y la proyección de su legado vitivinícola.
OTAZU, Vino & Arte
Otazu es una propiedad familiar ubicada en el norte de España, dedicada al vino, con más de 150 obras de arte contemporáneo integradas en sus espacios. Favorecida por un microclima único, cuenta con su propia denominación de origen protegida, D.O.P. Pago de Otazu.
Siglos de tradición vitivinícola, reflejada en un Señorío del siglo XII y una Bodega centenaria de 1840, inspiraron a una familia y un equipo comprometidos con la elaboración de vinos de gran calidad en un entorno donde el vino y el arte se fusionan en perfecta armonía.
En Otazu, el arte contemporáneo se aprecia a través de la estrecha colaboración con artistas para la presentación de sus vinos, la colección permanente, su exposición anual y sus piezas de arte monumentales, que enriquecen la belleza natural que la envuelve.
“Crear un vino es una forma de expresión artística y, al igual que el arte, es un reflejo de su tiempo con una mirada al futuro. Por lo cual, inexorablemente, nos comprometemos con la continuidad a través de nuestras futuras generaciones”, reflexiona Guillermo Penso, presidente de la Fundación Otazu.

